Su morada es el Cerro Ingrumá. En forma de grillo verde gigantesco
semejante a una langosta, descendía por las noches al pueblo, dejando
oír desde lejos su sonido de «ch-ch», y arañaba durante el sueño a los
niños. Está vedado, por superstición, imitar el sonido de las «chichitas»
normales.
ACA NO DICE NADA
ResponderEliminar