martes, 2 de abril de 2019

METAMORFOSIS DEL DNIÉPER, DEL VOLGA Y DEL DVINA

El Dniéper, el Volga y el Dvina fueron en otro tiempo personas. El primero era un muchacho
y los otros dos sus hermanas. Durante su infancia quedaron huérfanos, y como carecían
de recursos, érales preciso trabajar más de lo que podían resistir.
Los huérfanos crecieron sin haber tenido un solo día de buena suerte. Desde la mañana
hasta la noche trabajaban de continuo y solamente para obtener el alimento indispensable.
Sólo tenían algunos andrajos para cubrir sus cuerpos, y así es que padecían á la vez hambre
y frío, de modo que la existencia llegó á ser una pesada carga para ellos.
Cierto día, después de su trabajo, sentáronse junto á un matorral para comer algunos
mendrugos, y cuando hubieron concluido celebraron una especie de consejo, á fin de buscar
los medios que deberían adoptarse para no carecer de alimento y ropa y, sin trabajar tanto,
proporcionar á los demás agua y comestibles. Después de una larga discusión, convinieron
en recorrer todo el mundo en busca de una buena suerte, y buscar los mejores parajes donde
podrían convertirse en ríos, toda vez que esto era posible para ellos.
Pusiéronse, pues, en camino. Anduvieron muchos años y , después de elegir los lugares
que necesitaban, conviniéronse en el' sitio de que cada cual debía partir. Los tres pasaron la
noche en un pantano; pero las hermanas fueron más listas que su compañero, pues apenas el
Dniéper quedó dormido, levantáronse silenciosamente y eligieron los sitios mejores y de más
pendiente y empezaron á correr.
Al despertar el hermano á la mañana siguiente, no encontró ni vestigios de sus hermanas
, y enfurecido entonces, apresuróse á perseguirlas; pero en el camino reflexionó y, reconociendo
que ningún hombre puede correr con más rapidez que un río, empezó su persecución
en forma de corriente. Precipitóse á través de precipicios y barrancos, y cuanto más avanzaba
más violencia adquiría. Pero cuando estuvo á pocas verstas de la orilla del mar, su cólera
cesó y desapareció en las olas, mientras que sus dos hermanas, que habían continuado huyendo
durante la persecución, siguieron distintas direcciones, corriendo hasta el fondo del mar.
El Dniéper entre tanto se precipitaba con enojo, y abrióse camino entre altas orillas. Hé aquí
por qué su corriente es más rápida que la del Volga y del Dvina, y por lo mismo también
tiene muchas cataratas y no pocas desembocaduras.

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