sábado, 30 de marzo de 2019

TEPEIG-PORÁ (BAILE DE LOS LINDOS SUEÑOS)

LAS tribus de indios que pueblan hasta hoy las extensas tierras y bosques
seculares del Gran Chaco Boreal, conservan aún, muchas délas originales costumbres
que tenían antes de la conquista española.
Cuando los Ibirapitàs empiezan á cubrir sus extensas ramas de olorosas florecillas
rojas y los algarrobos silvestres ofrecen al hombre de la Naturaleza su apetecible
fruto, en afiladas y amarillentas vainas, establécese el aduar indio, á la sombra de los
inmensos árboles y se dá comienzo á la colecta de semillas y frutos, que han de servir
principalmente para la sencilla fabricación del licor que anima el Ierokég (baile) y
que proporciona deliciosos sueños.
La fermentación de las bebidas está en punto.
En el momento de la luna nueva, se elijo un sitio apropiado para el gran baile, y
los indios é indias jóvenes, concurren desnudos y adornados vistosamente con
plumas, coloretes y penadlos, á presencia de los viejos que presiden la gran bataola.
La zambra trascendental dura tres dias, y recien en el segundo del Ierokég-puraci
(baile cantado) se destripan las innumerables pelotas de exquisita ura-cahú (miel
borracha) y el baile llega al desenfreno, cayendo rendidos por el cansancio unos
después de otros, en la fresca hierba.
En el transcurso del tercer dia, nadie se elimina á la influencia de las bebidas, y
niños, viejos, mocetones y doncellas, si es que este nombre puede aplicarse á las
jóvenes indias, yacen dormidos debajo de las planas ó entregados á las mas grotescas
excentricidades y extravagancias primitivas.
La alegre fiesta se repite dos ó tres veces durante el año, con luna llena ó luna
nueva, y el que puede, se entrega entonces á los placeres de la sensualidad,
sucediendo mas tarde, cuando aparece un nuevo vástago, que si se le pregunta á la
madre por el origen del niño, contesta con candorosa y primitiva inocencia, «del
Iarokég-puraci!» ó «tepeig-porá-Ierokég!» que equivale á decir en castellano «este es
hijo del baile de los lindos sueños».
Así realizan aquellas gentes sencillas, el supremo ideal de la fraternidad humana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario