sábado, 16 de marzo de 2019

Los espíritus de la selva (mito esquimal)

Si alguien se pierde en los bosques, Nan-Tena (los Espíritus de la
Selva) lo toman y lo convierten también en Nan-Tena.
Hace algunos años, Agrafena, sobrina de Simeón, vivía con sus padres
en Kastatan, catorce o quince millas más allá de Tyonek. La barcavivienda
de la familia de Agrafena se paró a un cuarto de milla de un
banco, y quedó rodeada inmediatamente por una espesa selva.
Agrafena tenía entonces siete u ocho años. Sus padres empezaron a
descargar la barca y llevaron los suministros a su casa. Cuando llegaron
al hogar, enviaron la niña a la barca para que recogiese un saco de sal que
habían olvidado allí. La niña corrió colina abajo hasta la orilla del río, cogió
el saco de sal y se puso en marcha hacia su casa. Agrafena sabía perfectamente
dónde estaba su casa; sin embargo, iba en dirección contraria.
Mientras caminaba, Agrafena oía como si alguien le murmurase al
oído. Se volvió, pero no vio a nadie. Lejos, muy lejos, por los oscuros
bosques, iba Agrafena de un lado a otro. La niña sabía que iba en dirección
contraria a la de su casa; sin embargo, no tenía prisa ni estaba
asustada.
Entre tanto, sus padres empezaron a impacientarse primero y luego
a alarmarse. Salieron en busca de su hija, rogaron y quemaron incienso.
Finalmente, cuando ya era casi de noche, encontraron a la niña más allá
del río.
Aquel río, aunque no era muy ancho, sus aguas eran tan veloces que
no se podía cruzar sino mediante un tronco de árbol. Sin embargo, la
niña estaba en la orilla opuesta y sus vestidos completamente secos.
El padre le dijo a Agrafena que volviera a casa, pero ella no quiso
regresar. Sin embargo, los padres llevaron a su hija a casa. Durante varios
días estuvo enferma e inconsciente. Después se recobró.
Nan-Tena, los Espíritus de la Selva, son las almas de aquellos que
se perdieron en los bosques. No hace mucho tiempo, unos hombres de
Tyonek observaron pisadas de Nan-Tena. Estas pisadas eran grandísimas.
Nan-Tena es más alto que un hombre. Vaga por los bosques con
sólo un traje sobre los hombros. Su cuerpo es peludo. Sus ojos tienen
una triste mirada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario