Tamagastad y Cipattonal crearon el cielo y la Tierra, y también las
estrellas y todo lo demás. Son hombres (tienen forma de seres humanos)
y viven por donde sale el sol. No sabemos si están en el cielo, mas
cuando los necesitábamos para la guerra los llamábamos para que nos
ayudasen, dándoles voces hasta el cielo.
Tamagastad es hombre y Cipattonal es mujer. Nadie los creó, antes
descienden de ellos toda la generación de los hombres y mujeres. A
ellos tenemos por los dioses mayores... Los primeros hombres los vieron,
pero los de ahora no los ven... Los dioses son de carne, hombres,
mujeres y mozos, y todos son de la misma especie, de color moreno
como nosotros los indios, andaban por la Tierra y comían de lo que los
indios comen. Todo era suyo; ahora están en el cielo y siguen comiendo
lo que comen los indios; porque de allá, donde están los dioses, vinieron
las plantas y todas las otras cosas de comer.
Cuando tenemos guerra es para darles de comer a los dioses la sangre
de los indios, que se matan o toman [parte] en ella, puesto que
los dioses viven de la sangre y de los corazones de muchachos, y de
sahumerios.
El agua nos la envía Quiateot, que es un hombre y tiene padre y madre;
el padre se llama Omeyateite, la madre Omeyatecigoat. Éstos están
al cabo del mundo, donde sale el sol en el cielo. Tuvieron ayuntamiento
camal y la madre parió a aquel hijo que nos envía el agua y que hace
los truenos y relámpagos y que manda llover. Tamagastad y Cipattonal
crearon el cielo, la Tierra, las estrellas y todo lo demás, pero no crearon
a los padres de Quiateot; no sabemos de dónde vino.
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