sábado, 23 de marzo de 2019

LAS CONGOJAS DE SERGIO

Canosa es su barba. El Resplandeciente Espíritu Lo asiste sirviéndole. Y ya el poderoso príncipe se ha inclinado ante Él.
Pero si el carro que transporta el pan se demorara, los bienamados hermanos no podrían sostener su fe por una sola hora. La bolsa ajena debería ser vaciada momentáneamente, para que los meritorios y escogidos hermanos estén listos para trocar la maravillosa Beatitud por un centavo ajeno.
Incluso ellos añaden, “¡Tus santos guardianes se han vuelto pobretones!”
Y día a día y noche a noche, ellos esperan – no iluminación sino bienestar del cuerpo.”
Alguna vez se dijo de Sergio que, con frecuencia, durante la noche obscura él hacía sus rondas a través de las celdas y encontrándolos a todos profundamente dormidos él iba aún más lejos y tampoco los despertaba. ¡Se esperaba que él encontrara entre ellos a uno en vigilia!

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