sábado, 16 de marzo de 2019

La culebra de las Siete Cabezas

Mito indígena de La Montaña. Es una gran serpiente que, fuera de la
cabeza normal, tiene otras seis que le brotan a lo largo del cuerpo; a ella
se debe la peligrosa erosión de los terrenos de El Salado.
Para el indígena, la Culebra de las Siete Cabezas es un poderoso y
trascendental mito mayor; para el campesino criollo tiene carácter aleccionador
como representación del demonio.
La serpiente juega un gran papel en la mitología de algunos grupos
indígenas colombianos. Así, vemos cómo la Culebra de las Siete Cabezas
figura en una leyenda de los catíos sobre el origen de los jaibanaes,
como guardiana de las tres hijas de un rey, vencida por un perro, fruto
este de la concepción de una diabla.
Entre los chamí de Risaralda, dice otra leyenda que un gusano caído
del cielo formó una laguna y se convirtió en una gran culebra; de ésta
encontramos una variante entre los huitotos. Por otra parte, Juan Tama,
legendario e invencible líder de los Páez, nació de una estrella en noche
de terrible borrasca, mitad niño y mitad serpiente. Para los muiscas, la
culebra fue a la vez símbolo del Mal, como la enorme de color negro
relacionada con el origen fantástico del lago de Tota, y del Bien, vinculada
a la génesis de la humanidad, cuando la diosa Bachué y su marido,
transformados en dos grandes serpientes, se sumergieron en la laguna
de Iguaqué, de donde habían salido.

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