Antiguamente, el actual pueblo guipuzcoano de Mondragón se llamaba Arrasate. Cerca de Arrasate está el monte Murugain, en cuyas estribaciones vivía un fabuloso dragón.
Este dragón había impuesto un terrible tributo a Arrasate. Todos los años, en día señalado, tenían que entregarle las más bellas doncellas de la localidad para que se las comiese.
Para ello, el dragón había trazado con la cola un camino, que aún se conserva hasta el caserío Inchaurrondo, debajo y muy próximo del castillo de Arrasate, en Santa Bárbara.
En cuanto aparecía por Inchaurrondo, tenían que entregarle las doncellas, pues de lo contrario, salvando fácilmente las murallas, entraría en la villa sembrando el terror y la muerte.
Un día se reunieron todos los vecinos poco antes de la fecha de pagar el tributo, y se pusieron a cavilar cómo evitarían entregar las doncellas al dragón, que, ya para atemorizarles, volaba en las noches de plenilunio hacia otras montañas, emitiendo silbidos temerosos, con los que no dejaba sosegar a nadie.
Al fin, un joven tuvo una genial idea:
—Dadme todas las velas que hay en Arrasate —dijo.
Y con sacos, fueron recogiendo todas las velas que había en las casas.
El joven, una vez las tuvo en su poder, las fue arrimando al fuego para calentar la cera y poco a poco fue moldeando la figura de una doncella de singular hermosura.
La pusieron ropas como si fuera una mujer verdadera y la colocaron en las afueras, adonde acudió el dragón el día señalado y al ver a la joven, se abalanzó sobre ella y se la tragó de un bocado.
Entonces el joven, que estaba atento, lanzó una barra de hierro al rojo vivo en las fauces del dragón y la barra, al derretir la cera, le abrasó las entrañas al dragón, ocasionándole la muerte tras terrible agonía.
Los habitantes de Arrasate celebraron el acontecimiento con júbilo indescriptible. Les parecía soñar el estar libres ya de la pesadilla del dragón.
Alfonso X el Sabio, hace 700 años, al otorgar los fueros y franquicias a Arrasate, tuvo en cuenta esta leyenda y cambió el nombre del pueblo por el de Mondragón (monte del dragón), uniendo así para siempre el nombre del pueblo con la historia del dragón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario